Econ.
Gloria Ayala Person *
Si querés que tu salario
te alcance para llegar a fin de mes, si querés alcanzar tus metas financieras,
si querés ahorrar para imprevistos o si querés invertir para el logro de un
objetivo en particular, entonces necesitas un presupuesto.
No se trata solamente de
ganar más, al contrario, cuanto más ajustados sean tus ingresos con más razón
tenés que asegurarte de que cada guaraní quede bajo tu absoluto dominio y no se
vaya a ningún lado sin tu permiso.
Desde niños
No importa a qué nos
dediquemos en la vida, ganemos poco o mucho, todos necesitamos usar dinero y,
lo ideal, es que manejemos esta herramienta desde pequeños. Desde el primer
grado incluso, los niños pueden comprar en la cantina de la escuela, esa ya es
una oportunidad para enseñarle a usar un presupuesto.
Si le vas a dar a tu
hijo G. 5.000 por día, entonces podés averiguar los precios de la cantina y
mostrarle cómo llenar su cuadro de control de ahorro entendiendo qué podría
comprar diariamente y cómo se acumula su ahorro si no gasta todo su dinero,
pero también podrías usar el mismo cuadro para explicarle qué pasaría si usara
todo su dinero e incluso si “pidiera fiado” en la cantina.
Podrás notar que el
modelo de presupuesto para la semana de un niño pequeño no difiere de lo que
necesitas como adulto para manejar tu propio ingreso. Te sugiero que entregues
el monto para gastos diarios entre el 1º al 3er. grado, mientras que entre el
4º al 6º grado ya deberían poder manejar la administración por cada semana, entonces
cada lunes le podrías entregar el dinero para toda la semana.
Desde el 7º grado, la
entrega de la “mesada” ya implica darle el dinero para que pueda administrarlo
por un mes, así tendrá 6 años de ensayo de cómo administrar su “salario” para
que le alcance hasta fin de mes. Quizás desde esa edad, pueda brindar algunos
servicios a los miembros de la familia que impliquen un reconocimiento
económico, por ejemplo lavar el auto o cortar el pasto, de forma a que pueda
contar con un dinero extra para sus gastos personales y también obtener un
ahorro más significativo que pueda destinar a comprar algo más relevante por
fin de año.
Ya somos grandes
El cuadro desde el 1er.
grado se ha ido transformando y cuando llegamos a la vida adulta seguimos
necesitando manejar con precisión nuestro presupuesto, el cual ahora tendrá una
descripción similar.
La salud financiera
requiere del desarrollo de hábitos financieros saludables y de mucha
disciplina, para lo cual la confección del presupuesto es importante pero
insuficiente, pues la corrección de desviaciones en las decisiones de compra o
de compromisos asumidos requiere tener en claro la capacidad de pago, para lo
cual la proyección de ingresos y egresos puede ayudar pero será el control
mensual del presupuesto y el asumir las consecuencias de las decisiones lo que
realmente impacte en el saldo real monetario cada fin de mes.
La disciplina financiera
inicia desde los hábitos que desarrollamos desde pequeños, pero si no tuvimos
el desarrollo de una consciencia sobre el uso del dinero en nuestras casas, no
es excusa para no implementar desde ahora un nuevo modelo de toma de
decisiones, recuerda que no ganamos todo lo que queremos, pero los gastos están
bajo nuestro control, es momento de hacernos cargo! Sigamos hablando de dinero,
porque así aprendemos a manejarlo mejor.
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