Por Carlos Garcés Ventosa
Un prestigiado grupo de sociólogos y psicólogos, incluyendo a Martin Seligman y a Christopher Peterson, quisieron estandarizar los conceptos de virtud y fortaleza. Investigaron a través de tres mil años de culturas y religiones tratando de identificar las virtudes centrales que podían ser encontradas en todas ellas. Tras su amplio y profundo estudio, las seis virtudes que establecieron como universales son: sabiduría, coraje, humanidad, justicia, templanza y trascendencia. En conjunto, estas virtudes comprenden y explican el concepto del buen carácter o de las personas virtuosas.
Pero, ¿cómo es que el ser humano puede lograr ser virtuoso? Aquí es donde las fortalezas desempeñan un papel determinante, a través de las fortalezas de carácter.
"Pero, ¿cómo es que el ser humano puede lograr ser virtuoso? Aquí es donde las fortalezas desempeñan un papel determinante, a través de las fortalezas de carácter".
Para este propósito se identificaron 24 fortalezas clave distribuidas en las 6 virtudes descritas. Es interesante observar que de 10 a 17 de ellas aplican a nosotros, pero la clave está en encontrar las 5 que más nos caracterizan.
Las seis virtudes universales
I. La sabiduría
- Curiosidad, interés en el mundo
Las personas que la poseen no se dejan llevar a ciegas por los prejuicios. Se mantienen abiertas a nuevas experiencias y son flexibles para aprender cosas nuevas. No toleran la ambigüedad pero gustan de ella y de intrigarse. Exploran y descubren.
Son aquellos que tienen amor por aprender cosas nuevas, ya sea en un ambiente formal como una clase o un seminario o informalmente por su cuenta. Poseen conocimiento y dominan el tema que les emociona. Gustan ser expertos en un campo en particular y/o estar en una posición donde su conocimiento es valorado por otros. Su aprendizaje no está motivado por un premio externo sino por el simple hecho de amar el aprendizaje.
- Juicio, pensamiento crítico y apertura de mente
Se trata de pensadores deliberados, personas que no se precipitan a juzgar. Se toman su tiempo para pensar las cosas cuidadosamente, examinan los problemas desde todos los ángulos y toman las decisiones basados en evidencias confiables que miden con precisión. No se encierran en posiciones que no se pueden cambiar.
- Inventiva, originalidad e inteligencia práctica
Seres que se sienten poco satisfechos haciendo las cosas de forma convencional. Sobresalen encontrando nuevas y diferentes maneras para solucionar problemas o conseguir metas.
Esta es la fortaleza más cercana a la sabiduría. Es buscada por otras personas que necesitan aprovechar su experiencia para que los guíe a resolver problemas y ganar perspectiva. Su manera de ver el mundo no sólo tiene sentido para sí mismos, sino también para los otros.
- Inteligencia social, inteligencia personal e inteligencia emocional
Estas personas poseen un buen entendimiento de sí mismos y de los demás. No sólo tienen una consciencia de las motivaciones y sentimientos de los otros sino que también responden a ellos mismos. Son muy buenos interpretando los estados de ánimo, los temperamentos, las motivaciones e intenciones de las personas, así como respondiendo a los suyos apropiadamente. Están conectados con sus propias emociones y gracias a esto pueden entender y guiar su comportamiento. También tienen una habilidad nata para ponerse en situaciones que maximicen sus habilidades e intereses. Escogen su trabajo y sus relaciones íntimas para poner sus mejores habilidades en escena todos los días.
II. El coraje
No se echan para atrás ni sucumben a las amenazas, dificultades, retos o el dolor. Incluso, para algunas situaciones poco populares o peligrosas, están preparados para afrontarlas. Su valentía es también evidente en su habilidad para superar el miedo. Resisten la necesidad de huir; en lugar de eso se mantienen firmes y enfrentan la adversidad.
- Perseverancia y diligencia
Acaban lo que comienzan. Toman proyectos difíciles y no sólo los concluyen con una buena actitud sino también sin quejarse. Hacen lo que dicen que van a hacer y en ocasiones hasta más. Están determinados a alcanzar sus metas, pero son razonables: no dejan que sus metas se vuelvan obsesiones que ciegan. Son flexibles, realistas y ambiciosos.
- Integridad, autenticidad y honestidad
Son personas honestas, no sólo diciendo la verdad sino en su forma de vivir. Dan a conocer sus intenciones y honran sus compromisos. Tienen los pies en la tierra, pero también son genuinos y auténticos. Viven sin pretensiones.
III. El amor a la humanidad
Estas personas son amables y generosas con los demás y hacen su mejor esfuerzo para complacer a quien se los solicita. Les produce placer y alegría hacer buenas obras. Respetan y valoran mucho a los demás. Privilegian los intereses de otros aún cuando éstos puedan estar en conflicto con los suyos propios.
Amar y dejarse amar. Seres que valoran enormemente las relaciones cercanas con los demás, así como a aquellos que tienen profundos sentimientos y que sienten lo mismo por ellos. Lo importante a destacar es que se permiten ser amados.
IV. La justicia
- Civismo, deber, trabajo en equipo y lealtad
Son buenos compañeros y se desempeñan muy bien en un grupo. Su lealtad y dedicación los hacen excelentes miembros de equipos. No dependen de los demás para hacer su parte, saben llevar su propia carga. Trabajan fuerte, a veces haciendo trabajos extra para contribuir al éxito de todos.
Quienes poseen esta virtud son buenos organizadores y se aseguran de que sus planes se lleven a cabo. Son capaces de promover y mantener buenas relaciones con los miembros del grupo, al mismo tiempo que son buenos líderes. Tienen habilidad para mantener buenas relaciones con otros grupos.
Son aquellos que tienen la habilidad de mantener a un lado los sentimientos personales y posibles prejuicios, para no permitir que comprometan sus decisiones. Les dan a todos una justa oportunidad y dejan que sus principios morales los guíen. El bienestar de los demás, aún tratándose de desconocidos es tan importante como los suyos propios.
V. La templanza
- Prudencia, discreción y precaución
Se trata de personas cuidadosas y que observan y analizan antes de tomar decisiones. Evitan decir o hacer cosas de las que se puedan arrepentir más tarde. Típicamente esperan hasta que todas las opciones hayan sido minuciosamente consideradas antes de tomar cualquier decisión.
No buscan ni quieren ser el centro de atención, sino que dejan a sus logros hablar por ellos mismos. No se ven como seres especiales y los demás los respetan y comentan su modestia. Su humildad les permite observar sus aspiraciones personales, logros y fracasos como relativamente sin importancia.
Son personas bien disciplinadas; fácilmente pueden mantener sus deseos, necesidades e impulsos bajo control cuando es necesario y apropiado. Si algo malo pasa son capaces de controlar sus emociones y hasta alegrarse en una situación difícil. Pueden darse la vuelta y neutralizar sus sentimientos negativos.
VI. La transcendencia
Seres conscientes de lo bueno que les sucede, ya sean grandes o pequeñas cosas; no las dan por sentado. Se toman el tiempo para expresar las gracias y aprecian la bondad que encuentran en los otros.
- Esperanza, optimismo y visión
Siempre tienen una visión optimista del futuro y esperan que las cosas buenas sucedan. No solamente piensan que lo mejor está por venir, sino que también planean y trabajan para hacerlo suceder. Apuntan al futuro con metas claras y bien establecidas.
Se toman su tiempo para apreciar y disfrutar las buenas cosas de la vida. Son el tipo de personas que aprecian la belleza, la excelencia y el refinamiento a través de varias esferas de la vida, ya sea los deportes, el arte o la filosofía.
Si se han equivocado, tienen la habilidad de saber perdonar. Le dan una segunda oportunidad a las personas. Sus acciones tienden a guiarse más por la compasión que por la venganza. No sólo perdonan a quienes los han ofendido, sino que también les muestran compasión y empatía.
Disfrutan una buena carcajada y les da placer hacer reír a los demás. No se toman a sí mismos o a la vida muy en serio, disfrutan tomar un descanso en el trabajo para jugar.
Son aquellos energéticos, vivaces y apasionados. Cuando hacen algo lo hacen con todas las ganas del mundo. Se despiertan emocionados por el nuevo día y les entusiasma lo que está por venir. Los demás pueden sentir su alegría.
Creen firmemente en la existencia de un propósito y significado superior en el universo. Reconocen y aceptan que mientras la vida es importante, existe un ser superior. Están conscientes de su posición en el mundo y la proporción de su tamaño. Sus creencias guían sus acciones y les proveen confort.
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