Saneando mis finanzas

Por Carlos Enrique Garcés Ventosa

A la gran mayoría de las personas nos ha sucedido al menos en alguna ocasión que no podemos ahorrar porque las deudas que hemos contraído nos han mermado nuestra capacidad financiera; y no sólo para ahorrar sino también para dejar de hacer frente a otros compromisos financieros.


Por lo tanto, el saneamiento financiero es un proceso prioritario que atender y debemos de considerarlo dentro de la base de la planeación patrimonial de igual forma que la conciencia de protección y la disciplina del gasto y del ahorro.
"Por lo tanto, el saneamiento financiero es un proceso prioritario que atender y debemos de considerarlo dentro de la base de la planeación patrimonial de igual forma que la conciencia de protección y la disciplina del gasto y del ahorro".

Pero, ¿cómo sanear nuestras finanzas, si por el momento no tenemos forma de incrementar nuestros ingresos y nuestros gastos se encuentran en el límite mínimo?


A continuación te compartimos una guía de siete pasos, que deben de ser puestos en práctica en el estricto orden en el que te los presentamos:

1. Reestructura tus deudas. Nadie puede estar obligado para hacer lo imposible y antes que nadie primero estás tú. Nuestro “sistema” social y económico está diseñado para esclavizar a la población en un interminable proceso de endeudamiento, y para que la mayoría de las personas de la población sean asalariadas y con un sueldo fijo. Es nuestra obligación darnos cuenta de esto y salir cuanto antes de este círculo vicioso, que aparentemente no tiene fin. Existen muchas formas para re-estructurar pasivos, lo importante es que la solución se apegue a tu nuevo plan financiero diseñado por ti —y no al revés— y que la nueva tasa de interés sea significativamente menor a la mezcla de deudas que ahora tienes.

Otra opción es buscar obtener un préstamo con tus familiares, amigos o con la empresa para la que trabajas —si fuera el caso—, o bien, y tratar de conseguir un préstamo a mediano plazo, pero con una tasa mucho más baja de lo que se estás pagando actualmente.

2. Adquiere un seguro de vida. El seguro de vida es el instrumento financiero estratégico por excelencia. No solo se utiliza para proteger a los miembros de nuestra familia (hijos, conyugue, padres o algún otro miembro vulnerable de la familia) si no también a nosotros mismos respecto a de cualquier enfermedad grave o cualquier otro evento fortuito que nos pueda invalidar permanentemente, cortándonos la posibilidad de seguir generando ingresos.

3. Edúcate patrimonialmente. Cuando hablo de educación patrimonial no me refiero exclusivamente a una educación financiera, es porque la educación patrimonial que sugiero contempla tanto la parte espiritual o subjetiva como la parte material u objetiva.

4. Adminístrate con el “sistema” de las siete cuentas. El “sistema” de administración de las siete cuentas “resulta” muy práctico y eficaz. Practicar este “sistema” coadyuva a adiestrar a nuestro subconsciente para que el ahorrar, invertir, disfrutar, agradecer, estudiar y hasta pagar nuestros seguros y gastos corrientes sean más naturales y ordenados. Busca en nuestro blog el artículo sobre las siete cuentas.

A la vez, nos ayuda a tener más claridad respecto de la forma en la que nuestros recursos financieros son utilizados y optimizados. Después de un tiempo, sin darte cuenta ya, estarás administrándote de una manera conveniente y productiva.

5. Ahorra religiosamente. El origen del ahorro está en la confianza, en la confianza que nosotros mismos nos tenemos, y por ende, se puede ver reflejada en aquella que tenemos en los demás o en las instituciones y organizaciones financieras. Por su parte, la palabra “religión” viene del latín religión, formada con el prefijo re- (indica intensidad), el verbo ligare (ligar o amarrar) y el sufijo –ión (acción y efecto). Entonces “religión” significaría algo así como “acción y efecto de ligar fuertemente” (con Dios). En este caso cuando te sugerimos que ahorres religiosamente, nos referimos a ligar fuertemente tu hábito del ahorro con tus metas y tu plan de vida.

6. Invierte estratégicamente. Con el ahorro sumamos y con las inversiones multiplicamos. Es claro que no podemos multiplicar si no hemos aprendido a sumar, pero no debemos de olvidar que las inversiones llevan asociado un riesgo, por lo que conviene que “observes” y apliques a la perfección las virtudes a la hora de invertir.

7. Agradece y comparte. En muchas ocasiones, hemos tenido la oportunidad de comprobar que aquellos días en los que nos levantamos con una intención de iniciar el día en paz y armonía, esos días “resultan” ser mágicos y especiales.

Lo que en realidad sucede, es que estamos realizando una programación mental de lo que nos va a acontecer, y dicha disposición y actitud es percibida e identificada por el mundo.

Después de sanear tus finanzas, te “resultará” más fácil proponerte objetivos escenciales, financieros y patrimoniales más ambiciosos.

Y recuerda: la independencia económica depende de adquirir un capital suficientemente razonable, para esto es necesario ahorrar con regularidad.
"Y recuerda: la independencia económica depende de adquirir un capital suficientemente razonable, para esto es necesario ahorrar con regularidad".

La base del capital es el ahorro, sólo así podrás invertir.

El siguiente formato en excel llamado “Calculadora de Ahorro” lo puedes bajar en excel en www.asesorespatrimoniales.com. En el puedes realizar distintas simulaciones con valores diferentes para proyectos específicos de ahorro, ya sea a partir de cantidades que puedes ahorrar anualmente o de los montos que requieres y entonces calculas las aportaciones que tienes que hacer.






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