Nelly Rodríguez Orrostieta
Solemos hablar de la importancia de fijarnos grandes metas y pensar en grande. Y aunque hay mucho
sentido en ello ciertamente, pues nuestro potencial es más que suficiente para
lograr cosas en verdad grandiosas, es necesario hacer notar que el mejor diferenciador
en este mundo competitivo, donde tantas cosas son tan parecidas y parecen haber
sido hechas en serie, es la atención al
detalle y a las cosas pequeñas, esas que todavía tienen el potencial para
sorprender y hacernos recordables ante las demás personas.
Por ejemplo, ¿qué impresión crees que causarías a alguien si le haces llegar una carta bellamente escrita a mano, con unos timbres cuidadosamente pegados en su esquina superior derecha, y rotulada con una hermosa caligrafía?
¿Qué pasaría si después de que alguien te ha dado un consejo
que te sirvió, te dieras el tiempo de enviarle
a esa persona una breve nota de agradecimiento, y no en un whatsapp ni en
un email, sino en una tarjeta personal?
¿Qué pasaría si estuvieras dispuesto a abrirte más a las personas que no son de tu misma edad ni generación, y amigablemente les preguntaras su nombre, y te interesaras por saber más de ellas?
Si todas tus comunicaciones virtuales tuvieran una excelente redacción y ortografía, en contraste con la lamentable manera en que tantas personas descuidan sus errores "de dedo" y los errores ortográficos, así como esas "abreviaturas" que suelen usarse con el pretexto de escribir más rápido y que destrozan el idioma, ¿crees que pasaría desapercibido para quien esas cualidades de la escritura fueran importantes?
En Disneylandia, el lugar que se autoproclama como "el más feliz del mundo", cualquier observador se encontrará con una serie de grandes y pequeños detalles que realmente marcan una diferencia, y que hacen inolvidable la experiencia de visitarlo. Afortunadamente, muchos otros destinos en México y en el mundo también se han convertido en ejemplos de atención al detalle.
Te invito a pensar de qué manera tú también podrías marcar una diferencia en todo lo que haces, y en la manera en que te proyectas en todos los aspectos de tu vida. Recuerda que las cosas pequeñas te hacen inolvidable... para bien o para mal. ¿Qué escoges?
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