Empezando a planear para el viejito que llevamos dentro

Por Carlos Enrique Garcés Ventosa


Considero que es muy importante que nos percatemos de la enorme oportunidad de disfrute que puede llegar a ser nuestra jubilación; de hecho, la palabra viene precisamente de júbilo. Es una etapa en la que podemos vivir con total plenitud y serenidad, haciendo lo que más nos plazca y gozando la vida desde una perspectiva más sabia y trascendente.


Que nuestra jubilación sea como la soñamos depende al 100% de las decisiones que tomemos hoy, así como del trabajo y preparación, que tanto en lo esencial como en lo material o financiero, vayamos ejecutando a lo largo de nuestra vida.

Empresas y países completos han quebrado financieramente, por no haber tenido el sentido de previsión y la anticipación para estructurar los planes y programas de retiro de su población o de sus colaboradores. De ahí la importancia de prepararnos en lo individual y familiar, para generarnos un futuro pleno y sólido.

Lo primero que debemos hacer es determinar el monto de dinero que mensualmente requeriremos cuando seamos adultos mayores. Si bien es cierto que algunos gastos, como las colegiaturas y las hipotecas, van a desaparecer o a disminuir considerablemente; otros, como medicinas y estudios de salud, van a incrementarse. Por lo tanto, la mejor sugerencia es la de considerar el mismo ingreso que tenemos en la actualidad.

Acto seguido, lo sugerente es identificar las fuentes de ingresos con las que podremos contar, como pueden ser propiedades susceptibles de rentar o vender, planes institucionales de retiro y ahorros. De esta forma, si requerimos por ejemplo $60,000 pesos/mes y contamos con el ingreso de $12,000 pesos/mes de la renta de un departamento y un monto de $10,000 pesos/mes de nuestro plan de retiro, necesitamos alcanzar un monto acumulado de ahorro por la cantidad de dinero que nos pueda producir un rendimiento de $38,000/mes. Es decir, como no sabemos cuantos años vamos a vivir, debemos acumular para nuestra edad de jubilación una cantidad que solamente en los intereses nos produzca los $38,000/mes que necesitamos. Si consideramos un rendimiento moderado del 4% anual, la cantidad que necesitamos tener ahorrada es de $11,400,000 pesos.

La otra alternativa tiene como fundamento inicial suponer cuál podría ser nuestra expectativa de vida. Por ejemplo, determinar que viviremos hasta los 85 años, para entonces calcular la cantidad de dinero que nos resulte suficiente a lo largo de 20 años, de los 65 en que nos jubilemos a los 85 que estimamos, utilizando el capital y los intereses. Con la misma consideración de una tasa de interés del 4% anual, podemos estimar esa cantidad de dinero en $6,270,830.61 pesos. Este importe fue calculado con las fórmulas de anualidades de matemáticas financieras. En mi página Web (http://asesorespatrimoniales.com) pueden descargar la hoja de Excel para hacer el cálculo ustedes mismos, rápidamente. Lo importante es tener presente que al concluir el plazo de 20 años (85 menos 65 años) ya no habrá dinero en el banco, de tal modo que si llegáramos a vivir más no tendríamos ese flujo.

También es importante contemplar que si estamos obteniendo ingresos por la renta de algún bien inmueble, tendremos que separar una parte de ese ingreso para el mantenimiento y reparaciones del mismo. Respecto a nuestro plan personal de retiro y afore, conviene que tengamos mucha claridad de lo que recibiremos, ya que en la mayoría de los casos es significativamente menor de lo que esperamos.


Llegar a la edad de retiro únicamente con los fondos de la afore es un alto riesgo, porque en la medida en que los ingresos actuales crecen, la pensión de retiro será más baja en relación a los ingresos de la etapa productiva, al estar topada.
"Llegar a la edad de retiro únicamente con los fondos de la afore es un alto riesgo, porque en la medida en que los ingresos actuales crecen, la pensión de retiro será más baja en relación a los ingresos de la etapa productiva, al estar topada".

El tema de la jubilación en México es una realidad compleja para miles de personas. En nuestro país se duplicará la población en edad de retiro (65 años) en los próximos treinta años. El 85% de la población económicamente activa no tiene claro que monto recibirá de su afore, a partir de que cumpla la edad de retiro (65 años), pero se estima que éste será insuficiente para el retiro deseado. Además, el 62% de ellos afirma que no ha planeado su futuro. Sólo el 2% de la población económicamente activa tiene un plan de retiro personal (independiente de su afore).

También conviene considerar que, debido a los avances de la ciencia, la expectativa de vida sigue creciendo; de modo que no podemos permitirnos dejar de ver por el viejito que todos llevamos dentro.

El producto financiero para el retiro que más me gustó, cuando investigué sobre la oferta actual, es Retiro Prudential que comercializa Prudential Seguros México. Ofrece los siguiente atributos:

1. A partir de la edad de retiro que nosotros seleccionemos (55, 60, 65 o 70 años) Retiro Prudential nos pagará una renta mensual de por vida. Es decir, esta renta mensual se nos pagará mientras disfrutamos la etapa de retiro el resto de nuestra vida.

2. El plan ofrece una garantía de pago de la renta mensual a nuestros beneficiarios, por 10 años, en caso de fallecimiento. Los 10 años corren a partir de que reciben la primera mensualidad.

3. Al llegar a la etapa de retiro que seleccionamos (55, 60, 65 o 70 años) tendremos la oportunidad de escoger entre la renta mensual de por vida o el pago en una sola exhibición. Incluso podemos combinarlos, es decir, tomar un porcentaje de la renta mensual y el resto cobrarlo en una sola exhibición.

4. El valor de la renta mensual de por vida se actualiza cada mes, en caso de haberlo contratado en UDIS o dólares americanos.

5. Además de la tranquilidad de contar con una renta mensual de por vida en nuestro retiro, tenemos una protección en caso de fallecimiento, desde el inicio y hasta alcanzar la edad de retiro contratada. Esta protección será de 100 veces la renta mensual, o bien el valor de rescate de nuestro plan, lo que resulte más alto.

Podemos incluir beneficios adicionales que nos permitirán fortalecer nuestra protección, contra riesgos que limitan generación de ingresos, como la invalidez total y permanente. Además, contaremos con un beneficio que nos protegerá en caso de sufrir alguna enfermedad grave; así se puede recibir en vida un monto adicional a lo contratado en este plan. Tiene también beneficios fiscales para personas físicas, es decir, la póliza puede deducirse como gasto en la declaración anual, siempre y cuando se maneje exclusivamente como un plan personal de retiro (PPR).




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