Simples medidas que muchas veces ignoramos pueden proteger e inclusive salvar el bolsillo de un trabajador. La experta en finanzas personales Gloria Ayala Person comparte algunos principios básicos y desecha otros “mitos” comunes al respecto.
¿Ahorrar?
Es común escuchar que la gente diga que “cuando gane más” va a empezar a ahorrar, pero de acuerdo con Ayala, el que gana menos es el que necesita realmente ahorrar más, ya que cualquier imprevisto puede dejarlo completamente desprotegido.
"¿cuál es la motivación para trabajar si no puedo ver cómo mejora mi calidad de vida y mi salud financiera?", plantea la experta.
En cuanto al ahorro, recomienda:
- Que sea un hábito que practiquemos desde pequeños: si los niños aprenden a ahorrar y cumplir ciertas metas con el dinero que juntaron, desarrollarán de a poco una “salud financiera”.
-Priorizar el ahorro: la diferencia entre los ingresos y el ahorro es lo que debe ser destinado a los egresos. Es decir, que el ahorro no sea simplemente “lo que sobra”, sino que sea una prioridad.
- Establecer un “porcentaje de ahorro”: como mínimo, se debe destinar al ahorro el 10% del salario y cumplirlo.
- Tener una meta: es más motivador ahorrar cuando se tiene un objetivo. Es muy difícil renunciar a disfrutar hoy (realizar un gasto) si no se tiene en claro cuál es la recompensa para ese sacrificio.
Endeudarse o no
Hay que recordar que, la gran mayoría, si no fuera por las deudas, no accedería a una casa, un automóvil o capital para un negocio.
Lo importante en cuanto a las deudas no es rechazarlas por completo, sino ver la utilidad y conocer las condiciones del mercado, explica Ayala. Es necesario:
- Ver vida útil del bien a adquirir: Es decir, nunca debemos endeudarnos por más tiempo que la vida útil del bien que estamos adquiriendo.
- Tope del 32%: Controlar que el total de las cuotas por pago de deudas no supere el 32% de nuestros ingresos.
-Evitar intereses innecesarios: No extender el pago de un préstamo por más tiempo del necesario. Si podemos pagar todo en 12 cuotas, no optar por 24 porque pagaríamos más intereses innecesariamente.
-Comparar antes de prestar: Es bueno realizar un comparativo de tasa de interés anual por lo menos de tres lugares diferentes.
-Saber negociar: Recordar en todo momento que el que está prestando su dinero no le está “ayudando”, sino que está haciendo un negocio y, por lo tanto, uno también debe saber negociar, y para ello debe conocer las condiciones del mercado.
Los dos “mitos”
Al referirse a finanzas personales, siempre hay dos “mitos” muy fuertemente promovidos entre la gente:
“Está mal tener deudas” es lo que se escucha comúnmente. En realidad, no está mal tener deudas.
El problema surge en el “sobreendeudamiento”, por eso es clave tener una estructura de prioridades definidas y así destinar un porcentaje máximo de los ingresos a cada tipo de gasto.
“Cuando gane más voy a ahorrar” es el “mito” principal. Lo que finalmente sucede es que, a medida que más se gana, simplemente más se gasta y más nos endeudamos, a menos que tengamos muy en claro las metas y las prioridades personales y familiares.
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