Adiós, autosabotaje

Por: Nelly Rodríguez 

¿Cuantas veces hemos sido nosotros mismos los que nos negamos el permiso de hacer cosas que nos llevarían a lograr metas más altas, más influyentes, más significativas?



¿De qué modo una voz sutil actúa en nuestro inconsciente, boicoteando nuestras mejores intenciones?

Es un tema digno de analizar a fondo de modo personal, porque esta actitud mental es, en realidad, la que muchas veces nos cierra las puertas al logro y al éxito, y puede ser muy fácilmente confundida con "mala suerte", mala voluntad de los demás, la culpa de los otros...


Decirle adiós al autosabotaje necesariamente implica tener la determinación de salirnos de la zona de confort en la que es tan fácil sumirnos casi sin darnos cuenta. 


Esa zona en la que nuestra mente escucha cosas como: "Así está bien", "No tiene caso hacer más", "Para qué, si no vas a lograrlo", "Vas a hacer el ridículo", "Estás demasiado joven", "Estás demasiado viejo", etc.

Ojalá que pudiésemos tener una campana mental que con un estruendoso Ding Dong nos hiciera ver cada vez que caemos en una actitud de este tipo.

Porque reconocer esa voz de autoboicot no es sencillo, ya que se trata de una vocecilla parecida a esas que editan en grabaciones de tipo subliminal. Pero podemos hacer mucho para estar alertas.
Por ejemplo, al despertar, tener ya trazado un plan hecho con antelación, que incluya acciones concretas para avanzar en los proyectos que valen la pena en la vida. Y seguirlo al pie de la letra, sin cuestionarnos si tenemos ganas, si estamos cansados, si mejor sí o mejor no.

Ser congruentes con nuestras decisiones de logro. Y literalmente, sacudir cualquier pensamiento contrario, como si de una cobija llena de pelusas se tratase.

Somos los Reyes de nuestro propio destino. ¿Por qué una voz maliciosa habría de boicotearlo?

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