En la
actualidad existe una fuerte tendencia a
escuchar sobre el coaching, sin embargo muchas personas desconocen en qué consiste éste y otros lo
confunden con un método terapéutico. Nada más alejado de la realidad. Lo
que éste pretende es que un coach te
acompañe en un proceso para lograr objetivos claros en la vida, pero con base
en que descubras y aproveches tu potencial personal.
El coaching no busca tampoco ser un medio para
motivarte o llenarte sólo de pensamientos positivos, lo que pretende es que día a día te
confrontes con aquellas situaciones o emociones que te han bloqueado. Busca que
te asomes a tu interior y que, de manera consciente, descubras quién eres y cuánto eres capaz de lograr.
Existen distintos tipos de coaching, algunos con un gran reconocimiento y otros que no gozan de mucho prestigio, como en el caso del sistema coercitivo, pero al final cada quien elige aquél que considera que le será útil en este momento de su vida.
Pero entremos de lleno a uno de los tipos de coaching más serios y reconocidos: el No Directivo. Este ha sido impulsado por su pionero, Leonardo Ravier, quien tiempo atrás compartió que “en el reconocimiento de la naturaleza del ser humano, lo que hace un coach Europeo-Humanista es ayudar sin contradecir y siendo coherente con esos principios que rigen nuestra naturaleza. Y por tanto, no todo vale”.
Y entonces, ¿qué es el coaching no directivo? “Es una metodología coherente, eficiente y ética para la potenciación y/o desarrollo del conocimiento tácito o creativo de las personas a las que asistes como coach o lideras en tus equipos, grupos u organizaciones”.
Este coaching retoma una tradición desde los griegos (Sócrates, Platón y Aristóteles) hasta Tim Gallwey con su Juego Interior, pasado por la fenomenología, el existencialismo y la psicología humanista; y también se caracteriza por un respeto irrestricto a la esencia del ser humano, trabaja con su campo consciente, no le obliga a hacer nada que no quiera hacer, el coach no le recomienda, aconseja ni orienta, sino que, con una serie de recursos lingüísticos, logra que el cliente se dé cuenta de aspectos que antes no había visto y con ello pueda actuar diferente para poder participar de un proceso de aprendizaje mediante prueba y error.
A través de su práctica profesional resulta “muy útil para cualquier tipo de coach (de cualquier escuela, línea o estilo) que quiera dominar la potencia de la no directividad en sus sesiones y procesos de coaching, también está dirigido a cualquier persona que necesite mejorar sus habilidades interpersonales o métodos de liderazgo y gestión de personas”.
Genial!
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