Por Nelly Rodriguez
En su histórico discurso pronunciado en la Universidad de Stanford, Steve Jobs relató tres historias que, por su valor y contenido, han sido recordadas y analizadas numerosas veces.
La primera habla de "unir los puntos", como él llamó al hecho de tomar conciencia de la relación que guardan las experiencias y aprendizajes que hemos tenido a lo largo de la vida, y hacer uso de ellos en la construcción de nuestros proyectos.
Jobs dice que esos puntos no pueden verse hacia el futuro, sino que deben buscarse en el pasado, y tomarlos para hacer algo con ellos en nuestro presente.
En lo personal, considero que esos puntos no sólo deben reconocerse en nuestra historia personal, sino que es posible "provocarlos" para complementar nuestros planes de hoy.
Pensado en ello, viene a mi mente el caso de Doña Juana, una buena señora que es dueña de un puesto de semillas, frituras y materias primas en el mercado local.
Ella tiene el gran mérito de haber logrado ser una micro empresaria en toda forma, y debo decir que su puesto es uno de los mejor surtidos en todo ese mercado.
Una mañana llegué a preguntarle si tenía germen de trigo. No tenía, pero anotó mi petición, y después de otras cuatro visitas, al fin tenía el producto pedido. Cuando me lo entregó, atinó a preguntarme para qué lo iba a usar. Con todo entusiasmo le hablé de las cosas que he leído sobre los beneficios del germen de trigo. Me escuchó con atención, alzó las cejas, y luego volvió a sentarse con actitud pasiva en espera de más clientes. Evidentemente, mi comentario sobre un producto que ella me vendió no significó ningún "punto" qué considerar en su empresa.
¿Cuantas cosas podría hacer Doña Juana para diferenciarse e impulsar su empresa? ¿Qué "puntos" podría provocar?
No siempre es fácil pensar con la creatividad y originalidad suficiente para sobresalir de la muchedumbre y hacer algo diferente. Sin embargo, es un hecho que podemos convertirnos no sólo en reconocedores de los puntos de nuestra vida, sino también en provocadores de ellos. Tal como Steve Jobs logró unir su experiencia de haber aprendido caligrafía en el pasado, cuando no tenía la menor idea de para qué le podría servir, y después la utilizó para crear la primera tecnología con tipografía artística.
Aprendamos a unir los puntos, a provocarlos, y a hacer algo genial con ellos.
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