Martin Seligman uno de los fundadores de la psicología positiva, afirma que la felicidad se sostiene sobre cuatro pilares:
1.- La vida placentera: gozar de los placeres posibles, saborearlos y disfrutarlos al máximo además, se ha comprobado que nuestro placer se incrementa cuando compartimos esos momentos con otras personas, pero más allá de las emociones positivas esta el gozo, la gratitud, la serenidad,el interés, la esperanza, el orgullo, la diversión, la inspiración, el asombro y el amor.
2.- La vida involucrada: nuestra felicidad tiene que ver con estar activamente involucrado con el mundo. Cuando hacemos algo y le dedicamos toda nuestra atención, y estamos totalmente absortos en ello, como jugar, tejer, leer, resolver ecuaciones o problemas, practicar un deporte, resolver crucigramas, tocar un instrumento, dar una clase, etc; y que deliberadamente las incluyamos en nuestro día a día y también poder participar en una actividad que beneficie a los demás, nos ayuda a encontrar un sentido a la vida.
3.- La vida trascendente: que nuestra vida no gire solo al rededor de nosotros mismos como el arte, la ciencia, el activismo político, la ecología, la religión, etc. Los psicólogos Robert Emmons y Cheryl Crumpler han demostrado que si conscientemente somos agradecidos sentiremos que nuestra vida cobra mayor sentido e incluso que nuestro estado de salud mejora. Podemos anotar cada noche en un cuaderno de que nos sentimos agradecidos durante el día y también nos ayuda expresar nuestra gratitud frecuentemente. Y para los días malos nos puede ayudar a animarnos leer las cosas por las que estamos agradecidos.
4.- Vida relacional: muchos estudios han detectado, una y otra vez que nos deprimimos si estamos solos y que revivimos cuando nos encontramos acompañados. Así que una de las cosas más sencillas que podemos hacer para estar más felices es interactuar con otras personas.
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